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04/05/2017 - 11:14 General

La feria de Sevilla ha llegado esta semana a la Residencia San Juan de Dios para quedarse, haciendo de su patio una auténtica caseta en la que, sin salir del centro, los mayores pueden disfrutar del cante, el baile y la gastronomía propia de esta fiesta. Más imágenes, en Flickr.

Farolillos, mantones, lonas de rayas, sevillanas encadenadas sonando en un patio que podría ser cualquiera de las casetas del Real de la Feria de Sevilla. Así vive la residencia de mayores esta semana para que los residentes no dejen de celebrar esta tradición tan arraigada en Sevilla.

Los voluntarios y algunos residentes participan, en los días previos, en la elaboración de los adornos y la organización de esta caseta, coordinados por la responsable de la animación socio cultural, María José Hernández.

No falta el tradicional ‘pescaíto’, pero en lugar de en la cena, que puede resultar más indigesto, en el almuerzo. Los voluntarios y trabajadores de la casa asisten y animan esta caseta en la que todo el mundo se siente socio.

Algunas trabajadoras y voluntarias se visten con sus trajes de flamenca y sus mantoncillos para ir a ver a los mayores. Incluso acuden vestidas de flamenca las hijas de algunos residentes que van a comer con sus padres, como Manuela, que confiesa que ella solo se viste para ir a la caseta de la residencia, para crear ambiente y que su madre, Resurrección, disfrute de la fiesta con ella y con su nieto, que también va a ver a la “yaya”.

El superior del centro, el hermano Isidoro de Santiago, explica que desde la residencia se intenta, a través de estas iniciativas de integración y participación, que los mayores gocen de un envejecimiento activo, que se creen lazos entre ellos y mantengan sus costumbres y tradiciones como lo han hecho durante sus vidas.