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29/08/2014 - 12:36 General

La Orden de San Juan de Dios está evaluando la situación del hospital San José de Monrovia para volver a ponerlo en marcha en el menor espacio de tiempo posible tras la clausura y aislamiento del centro desde el pasado 1 de agosto, por la magnitud que adquirió el brote de ébola desde ese momento. El coordinador de proyectos de la ONGD Juan Ciudad, Roberto Lorenzo, ya ha llegado al hospital para comenzar los trabajos para el restablecimiento de la actividad.

El hospital San José cuenta actualmente con 155 camas y atiende 100.000 enfermos al año en un país en el que apenas algún habitante puede hacer frente al coste de sus tratamientos y atenciones médicas. Fue creado en los años 60 por los hermanos de la Orden y ha sobrevivido a dos guerras civiles. En este centro se han formado y han trabado los primeros doctores y jefes de enfermería nativos de la historia de Liberia.

Los trabajos para reabrir el hospital de San Juan de Dios ya han comenzado, por lo que de manera coordinada con el Ministerio de Salud de Liberia, con la OMS y otras organizaciones implicadas en la erradicación de ésta y otras enfermedades que azotan al continente africano, se pretende restablecer la atención sanitaria con normalidad. La semana pasada llegó al hospital material de protección para la prevención del contagio del ébola, como guantes, mascarillas, calzas y gorros en un envío realizado por la ONGD Farmamundi en colaboración con Juan Ciudad. Además, el Ministerio de Sanidad español, en coordinación con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ha aprobado la donación a este hospital de un cargamento con 11 toneladas de medicamentos y material sanitario de protección valorado en casi 156.000 euros.

Diez miembros del hospital han perdido sus vidas intentando curar a los enfermos

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios perdió durante el mes de agosto a toda una comunidad en Liberia que atendía enfermos de ébola en el hospital San José. Concretamente en este centro y a causa de la atención prestada a los enfermos contagiados del virus, han fallecido  el que fuera director gerente del centro, Patrick Nshamdze de 52 años; la hermana y religiosa de María Inmaculada, Chantal Pascaline de 47 años; el hermano y director de enfermería, George Cambey de 47 años; el hermano español, Miguel Pajares; y seis trabajadores, entre médicos, enfermeras y personal auxiliar, comprometidos con la situación.