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27/08/2014 - 07:47 General

Tras un año del comienzo del uso de óxido nitroso en el servicio de Urgencias del hospital San Juan de Dios de Córdoba, el centro acaba de ultimar un análisis que confirma que su utilización es eficaz en reducción de fracturas cerradas en adultos.

Este producto sanitario, conocido por su efecto analgésico, se administra a través de una mascarilla y produce una sedación eficaz y segura que permite a los profesionales actuar con rapidez ante un paciente que presente dolor.

A pesar de que es relativamente conocido, la mayoría de las publicaciones de que se dispone están centradas en pacientes pediátricos y en general se dispone de pequeñas series pero no de datos que recojan un uso continuado en un volumen de pacientes relativamente importante.

Con la idea de resolver ambos problemas, el hospital San Juan de Dios de Córdoba inició el uso de este producto en junio de 2013 centrado en el uso en adultos, para lo que se preparó un consentimiento informado para los pacientes y se consensuó un protocolo de uso entre los profesionales médicos y de enfermería del servicio de Urgencias. También se realizaron talleres de formación a todos los profesionales y finalmente se organizó la recogida de datos colectiva, centrada en aspectos de eficacia y seguridad.

Tras un año de uso, se ha utilizado el óxido nitroso en 62 pacientes, con una edad media de 40 años (se ha llegado a tratar a un paciente con 90 años). En el 98% de los casos se ha utilizado para reducción de fractura, que son de por si procedimientos extremadamente dolorosos. En el 95% de las intervenciones, de acuerdo con las respuestas de los pacientes, se consiguió una analgesia adecuada en menos de 30 minutos.

Si bien el óxido nitroso no evita tener que utilizar otros medios para reducir el dolor (en el 51% de los casos se combinó con medicación para llegar a un umbral de analgesia suficiente), sí que se detecta que la cantidad de fármaco a administrar es significativamente menor de la habitual, y fundamentalmente en forma de antiinflamatorios (por lo que se prescinde de analgésicos más potentes que alargan el tiempo de recuperación y tienen más riesgo). Asimismo, evita en la práctica totalidad de los casos que el paciente deba ser trasladado a quirófano para realizar el procedimiento, lo que suele ser mucho más traumático, precisa de mayores dosis de anestesia y normalmente requiere un ingreso hospitalario.

Con respecto a la seguridad, el efecto secundario más habitual y descrito fue el mareo leve, observado en el 73% de los casos. Por otro lado, en el 13% de los pacientes se apreció algún efecto adverso relevante (sobresedación, ansiedad, euforia) que en general fue resuelto satisfactoriamente. En 61 pacientes se logró finalizar correctamente el procedimiento sin problemas.

Este estudio confirma que el óxido nitroso se tolera favorablemente por parte de los pacientes, ya que el 87% de los receptores aceptó positivamente o muy positivamente el procedimiento durante su realización (requiere la colaboración del paciente, pues debe respirar el gas a través de una mascarilla).

Como dato más destacable, el 90% de los pacientes declaró que volvería a aceptar el uso de este analgésico inhalado, confirmando los buenos resultados del protocolo puesto en marcha en el servicio de Urgencias del hospital.