Los usuarios han trabajado durante largas jornadas con sus terapeutas y monitores la técnica del Teatro Negro, una técnica que les permite a ellos adquirir autonomía, intensificar su proceso de socialización, mejorar su capacidad rítmica y la estructura espacio-temporal. Se trata de utilizar un fondo o caja negra como escenario y un vestuario también negro para atraer la mirada del espectador hacia donde el actor desee, basándose en la incapacidad del ojo humano de distinguir negro sobre negro. Con esta técnica teatral se persigue centrar la atención del público, un público, en este caso, que por sus diferentes patologías presenta dificultades para la concentración. Sin embargo, gracias al uso de figuras fluorescentes recortadas sobre negro no solo captaron la atención de su auditorio, sino que fueron ovacionados durante varios minutos al término de la actuación.