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El consejero provincial, José Miguel Valdés, ha agradecido la entrega de las hermanas, que han formado comunidades en los centros de la Orden en Sevilla y han apoyado la misión de los hermanos de San Juan de Dios atendiendo a las personas enfermas y en situación de vulnerabilidad. Más imágenes, en Flickr.
Las hermanas Carmelitas Misioneras, que han pasado casi 60 años trabajando codo con codo con los hermanos de San Juan de Dios en los centros de Sevilla, se han despedido de la Archidiócesis para ocupar nuevos destinos dentro de su Institución, en otras comunidades.
El acto de despedida, al que ha acudido el consejero de la Provincia San Juan de Dios de España y Hermano Superior de los centros de Sevilla, José Miguel Valdes, junto a hermanos de otros centros y comunidades, ha consistido en una eucaristía en la Iglesia de la Misericordia de los Servicios Sociales San Juan de Dios, donde estos últimos años han desarrollado su labor de apoyo a los más vulnerables las tres últimas hermanas que permanecían en Sevilla. Por su parte, las hermanas han estado acompañadas por las dos consejeras Provinciales Carmelitas Misioneras Gemma Martín y Rosalía Fernández de Soto.
En reconocimiento a su dedicación durante todos estos años junto a los hermanos, José Miguel Valdés les hizo entrega de un relieve en bronce con la fachada del Archivo-Museo San Juan de Dios Casa de los Pisa, lugar en el que falleció el Fundador de la Orden Hospitalaria y que hoy es un centro para el recuerdo y veneración de la historia de la Institución. También las hermanas Carmelitas quisieron sellar esta labor compartida con la entrega de un cuadro de su Fundador, el beato Francisco Palau, obra que han tenido en Sevilla desde que llegaron a los centros de la Orden.
El hermano José Miguel Valdés les ha agradecido la gran labor realizada, siempre en beneficio de las personas que más lo han necesitado, asegurando que “Sin su presencia en esta ciudad, nosotros hubiésemos sido menos, no habríamos podido ayudar al mismo número de personas y familias al que hemos llegado contando con las hermanas”.
Por su parte, la hermana Pilar Fernández, que ha pasado 18 años en los centros San Juan de Dios de Sevilla, ha resaltado que la colaboración con la Orden Hospitalaria se llevó a cabo porque el carisma de las dos instituciones se asemejaba mucho, siendo el de apoyar a las personas más necesitadas tanto en el ámbito sanitario como en el social. “Hemos vivido una experiencia muy grata en este camino conjunto de fraternidad, comunión y servicio a los más necesitados y hemos profundizado en valores como la acogida. A los 40 años de llegar a Sevilla, los hermanos nos concedieron la Carta de Hermandad como símbolo de la fraternidad entre nuestras comunidades. Y yo solo puedo darles las gracias con mayúsculas por todos estos años”.
La historia de un camino de Hospitalidad compartida
Las hermanas Carmelitas Misioneras llegaron al entonces llamado ‘Sanatorio Nuestro Padre Jesús del Gran Poder’ de Sevilla en 1961. A aquellas instalaciones, germen del actual Hospital San Juan de Dios de Nervión, entraron seis hermanas acompañadas por la que fuera la Superiora Provincial, Juana Irizar. Su labor estaba enfocada al cuidado de las niñas que padecían poliomielitis y estaban ingresadas en el centro.
Siete años después y siendo Superior del sanatorio el hermano Serafín Madrid, se crea la ‘Escuela de Niñas’, de la que se hacen cargo también las hermanas, que pronto estarán presentes también en la primera comunidad de la Ciudad San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra, donde permanecen desde 1971 hasta 1979.
En 1978, una nueva comunidad de hermanas llega al Colegio Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y se les encomienda la dirección del mismo, al que acuden los niños hospitalizados en el centro, incluyendo los ciclos desde preescolar hasta formación profesional.
En el año 2002, se crea una comunidad de Carmelitas Misioneras en el Hospital San Juan de Dios del Aljarafe y es ya en 2012 cuando se trasladan a los Servicios Sociales San Juan de Dios de la calle Misericordia, donde han estado apoyando las labores de asistencia a las personas en situación de exclusión social o riesgo de estarlo hasta este mismo mes de septiembre.