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Las medidas de prevención de la COVID-19 han hecho que, este año, la Navidad se viva de otra manera, pero la iniciativa 'Se armó el belén' ha conseguido que profesionales, usuarios y residentes del Hospital y la Residencia de Sevilla se unan para relatar los pensamientos y sentimientos de las figuras del portal de Belén.
El Servicio de Atención Espiritual y Religiosa (SAER) del Hospital y la Residencia San Juan de Dios de Sevilla ha tenido una iniciativa cargada de amor y emoción en estos días de Navidad, tan diferentes a los de otros años. Ante las dificultades para acudir a visitar un Belén juntos, como es tradición, el SAER ha propuesto que todos los miembros de la Familia Hospitalaria -profesionales, usuarios y residentes- participen con un relato de lo que le sugieren las figuras del Belén, desde las lavanderas, el ángel, los pastores, etc.
De este modo y a través de fotógrafías de las figuras, todos los participantes han escrito una breve historia tratando de imaginar qué pensaría ese personaje en aquel preciso momento, o simplemente, han redactado lo que le sugiere a ellos desde el presente y desde la experiencia.
Los mayores de la residencia y sus terapeutas han escrito relatos cargados de emoción, optimismo y esperanza. Antonia Zamora, una residente de 91 años, ha escogido el Ángel anunciador, y ha redactado el relato con la voz del propio ángel, en primera persona, que termina diciendo: "Antonia cree que siempre estoy junto a ella, le doy luz en los momentos difíciles y anuncio todo lo bueno, como por ejemplo algo que ella desea enormemente y que seguro que dentro de poco podré comunicarle… que pronto podremos abrazar a nuestros familiares, sin miedos, sin temores y toda su tristeza y añoranza se disipar". El relato de Antonia y de todos los participantes de la Residencia pueden encontrarlo PINCHANDO AQUÍ.
Por otro lato, los terapeutas del CAIT y los pequeños se han implicado de la misma manera en esta actividad navideña y han trabajado el valor de la empatía entre los usuarios, quienes se han puesto en la piel de estos personajes, intentando transmitir qué sentían y pensaban en aquellos días felices del nacimiento del Niño Dios. Por ejemplo, Sergio y Mateo hicieron un dibujo entre los dos sobre el fabricante de cestas, y explican que "Con las cestas se pueden llevar alimentos al Niño Jesús y a todos los niños del mundo". Todos los relatos del Hospital San Juan de Dios, puedes leerlos PINCHANDO AQUÍ.
Mención especial hay que hacer a los profesionales de ambos centros, que se han implicado en la actividad para animar esta época navideña que, más que nunca, este año necesita que se le imprima toda la ilusión. La psicóloga y pedagoga Clara Sanz, dice de la niña que cuida las gallinas que "podría representar la cotidianidad, la alegría de hacer de manera extraordinaria las cosas de todos los días. En estas pequeñas cosas, y el hacerlas bien, se contribuye a que una sociedad vaya creciendo. Aportamos nuestro granito de arena para hacerla más justa, más humana. Dios se nos representa en nuestros pequeños quehaceres, si lo hacemos con honradez y con amor". En la residencia, la técnico de Desarrollo Solidario marta Garrido, pone en boca del panadero: "Sin pensarlo, me dispuse a preparar, con todo mi cariño, una cesta de pan para ofrecer algo de alimento a esta familia. Pero se había adentrado la noche y desconocía el camino. Cuando de repente, alcé la mirada al cielo y una luz resplandeciente me iluminaba el camino hacia el pesebre. Sin duda, era Él, era el Mesías".
Disfruten de cada relato. ¡FELIZ NAVIDAD!